EL CRISTIANO, LA TENTACIÓN Y LA BIBLIA.

La Tentación, Problema de todos.

La tentación es un problema común e ineludible para toda la humanidad. La tentación, también es el obstáculo más grande que el cristiano enfrenta, todos los días, en su proceso de santificación. La tentación es el tema más frecuente en las conversaciones de los hijos de Dios, por diferentes razones. Sin embargo, la tentación es muchas veces sobreestimada y otras, subestimada. Sobrestimada porque, ya sea por ignorancia o incredulidad, se piensa que es irresistible cuando en realidad no lo es. Y Subestimada, porque se es indiferente a las consecuencias terribles que puede traer a una vida; a la familia, a la sociedad, a toda una nación y a la iglesia misma.


  Caer en la tentación lleva personas al hospital, a la cárcel o al cementerio. Caer en una tentación deja a niños en el abandono. Niños que al crecer quedan expuestos a abusos y a caer también en muchas tentaciones que empeorarán la situación de la sociedad. Caer en una tentación causa divorcios que arroja a hombres y mujeres a una vida de vergonzosa depravación.

    Caer en una tentación, cualquiera que sea, provoca, en un genuino(a) hijo(a) de Dios, dolor, tristeza, humillación y vergüenza. La tentación no enfrentada según la Biblia causa desánimo, tibieza y estancamiento en las iglesias. La tentación es más terrible de lo que parece. Los cristianos debemos, entonces, tomar más en serio el tema de la tentación. y preocuparnos más por entenderla; por prevenirnos de ella y por ayudar a otros contra ella.

    ¿Cómo describir la tentación?. La tentación puede describirse en palabras sencillas como: “Una fuerza interna originada en algún rincón de nuestra mente, una especie de voz que nos invita ejerciendo cierta influencia a pensar, hacer o decir algo que es contrario a la voluntad de Dios; y también nos incita a omitir algo loable”. La mejor manera de tratarla, es bajo las instrucciones de la Biblia; y la Biblia instruye ampliamente sobre el tema, porque la tentación es un mal que nos ha acosado desde el principio.

La tentación, a la luz de la Biblia.

1. Según la Biblia, la tentación por sí misma no es pecado:

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15)

2. Según la Biblia, la tentación es una prueba:

“Bienaventurado el varón (o mujer) que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12)

3. Según la Biblia la tentación es prevenible:

  • Prevenible de manera personal, con la oración y el estudio de la Biblia:

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41)

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17)

“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmos 119:11)

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