UNA LIBERTAD MÁS GLORIOSA.

Por Jonatán Córdova.

San Martín ocupó Lima y reunió un Cabildo Abierto, declarando junto con el pueblo la Independencia del Perú de la dominación española y de cualquier otra dominación extranjera. El 28 de Julio de 1821 se proclama y jura la Independencia del Perú en la Plaza Mayor de Lima con las siguientes palabras:

“¡El Perú desde este momento
es libre e independiente por
voluntad general de los
pueblos y por la justicia de su
causa que Dios defiende! ¡Viva
la patria! ¡Viva la Libertad! ¡Viva
la independencia!”

DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA.

Después de la independencia nacional el Perú aún tuvo que lidiar con otro tipo de atadura: La esclavitud particular sobre las personas. Solo los hijos de esclavos nacidos después del 28 de Julio de 1821 serían libres o sea que el 99,9% de los esclavos seguirían bajo la potestad de su amo, y además después se reformó esa ley haciendo que los esclavos se quedaran con sus amos hasta los 24 años. La libertad de los esclavos se consigue con Ramón Castilla en su segundo gobierno
cuando utiliza el dinero del estado para comprarlos y otorgarles su libertad en 1854. Pero quedaría otro tipo de esclavitud hasta nuestros días.

UNA ESCLAVITUD MUCHO PEOR.

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