¿Es importante la historia en el estudio de la Biblia?
En este escrito trataremos de persuadir al lector de la importancia de la Historia en el Estudio Bíblico y lo haremos a través del estudio de los primeros Cristianos, el contexto donde se desplegó el cristianismo y los factores más esenciales que influyeron en su desarrollo; y como los primeros cristianos asumieron todas estas manifestaciones culturales. Debemos recordar que la Historia es muy rica y hay mucho tipo de fuentes; en este caso trataré de usar los libros más fidedignos para fundamentar todas las afirmaciones o negaciones a trazar; y de esta manera presentar un material confiable.
Es de importancia la historia para comprender que el sentido de nuestra fe no se limita a la vida de Jesús, sino que abarca todo el mensaje Bíblico. En el Antiguo Testamento, buena parte del texto sagrado es de carácter histórico. No sólo los libros que generalmente llamamos “históricos”, sino también los libros de la Ley —por ejemplo, Génesis y Éxodo; y aún los profetas, nos narran una historia en la que Dios se ha revelado a su pueblo. Aparte de esa historia, es imposible conocer esa revelación.
También en el Nuevo Testamento encontramos el mismo interés en la historia. Lucas, después de completar su evangelio, siguió narrando la historia de la iglesia cristiana en el libro de Hechos. Esto no lo hizo Lucas por simple curiosidad anticuaria. Lo hizo más bien por fuertes razones teológicas. En efecto, según el Nuevo Testamento, la presencia de Dios entre nosotros no terminó con la ascensión de Jesús. Al contrario, el propio Jesús les prometió a sus discípulos que no les dejaría solos, sino que les enviaría otro Consolador (Juan 14:16–26). Y al principio de Hechos, inmediatamente antes de la ascensión, Jesús les dice que recibirán el poder del Espíritu Santo y que, en virtud de ello, le serán testigos “hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés marca el comienzo de la vida de la iglesia. Por lo tanto, lo que Lucas está narrando en el libro que generalmente llamamos “Hechos de los Apóstoles” no es tanto los hechos de los apóstoles, sino “los hechos del Espíritu Santo a través de los apóstoles”.
Lucas escribe entonces dos libros, el primero sobre los hechos de Jesucristo, y el segundo sobre los hechos del Espíritu. El segundo libro, empero, casi parece haber quedado inconcluso. Al final de Hechos, Pablo está todavía predicando en Roma, y el libro no nos dice qué fue de él ni del resto de la iglesia. Esto tenía que ser así, porque la historia que Lucas está narrando necesariamente no ha de tener fin hasta que el Señor venga. Naturalmente, esto no quiere decir que toda la historia de la iglesia tenga el mismo valor o la misma autoridad que el libro de Hechos. Al contrario, la iglesia siempre ha creído que el Nuevo Testamento y la edad apostólica tienen una autoridad única. Pero lo que antecede sí quiere decir que, desde el punto de vista de la fe, la historia de la iglesia o del cristianismo es mucho más que la historia de una institución o de un movimiento cualquiera. La historia del cristianismo es la historia de los hechos del Espíritu entre los hombres y las mujeres que nos han precedido en la fe.
LOS COMIENZOS DEL CRISTIANISMO HISTÓRICO.